Los cuidados del Geranio
Los geranios provienen de la familia de las Geraniaceae y su origen se encuentra en Sudáfrica. Aunque su nombre común es Geranio, el nombre científico es Pelargonium spp.
Esta planta de exterior cuenta con 23 tipos de plantas, disponiendo de una ampla variedad de tipos y colores. Entre los tipos más destacados encontramos desde el “Geranio de olor” hasta el “Geranio de Jardín” o el “Geranio de hoja de hiedra”.
Cada uno de estos tipos ofrecen colores atractivos y vivos, sobre todo durante el verano, que es la época en la que florecen.
Si quieres saber más al respecto sobre su aspecto y cuidado, solo tienes que seguir leyendo.
Si nos centramos en la especie de geranio común, podemos ver como sus hojas son simples y destacan por su robustez. A veces nos encontramos como sus hojas están totalmente enteras y dentadas y en otras ocasiones (o en otros tipos) forman una roseta.
Los geranios más conocidos tienen hojas con dos tipos de color morado. La mayor parte de la hoja posee un color violeta suave y en el centro de la misma el morado se intensifica, creando un contraste bastante llamativo.
Un aspecto a destacar y que hemos comentado anteriormente, es la gran variedad de colores. De ahí que sean unas de las flores preferidas a la hora de decorar el jardín. También podemos encontrar un tipo de geranio en el que sus hojas desprenden un leve aroma a limón, concretamente hablamos del geranio limonero, y que se suele utilizar para ahuyentar a los mosquitos.
La altura común de los geranios suele oscilar entre 30 y 70 centímetros, siendo una de las plantas más usadas en balcones y jardines ya que suelen aguantar bastante tiempo desde que las cultivamos.
A la hora de cuidar los geranios y tal y como vamos a ver a continuación, es bastante sencillo, por lo que solo tendrás que seguir una serie de consejos que te vamos a proporcionar para que tu planta agarre y puedas disfrutarla durante el mayor tiempo.
Al igual que para muchos otros tipos de plantas, es importante no abusar del agua con el que regamos la planta. Para proporcionar una correcta cantidad de agua, lo que debemos hacer es estar pendiente del sustrato que le ponemos a la planta, así debemos procurar que esté siempre un poco húmedo. En el momento en el que la regamos, debemos quitar cualquier resto de agua que podamos encontrar en el plato que pongamos debajo de la maceta, así evitamos que las raíces se resientan.
En relación a lo comentado anteriormente y para que nuestra planta crezca de forma correcta, debemos proporcionarle un sustrato que sea rico en materia orgánica y que además posea un PH entre 7 y 9 y que tenga buen drenaje. A la tierra que usemos también le podemos añadir pequeñas piedras o carbón para favorecer el crecimiento.
Para complementar todo lo que te estamos indicando acerca del cuidado de la planta, debes saber que deberás abonarla en la época de primavera – verano. En cuanto al tipo de abono, puedes escoger entre uno sólido o líquido, y siempre utilizando la cantidad justa para nuestra planta.
Los geranios no suelen ser un tipo de planta que crezca mucho, por lo que salvo que estés utilizando una maceta pequeña, no será necesario que la trasplantes. TE recomendamos que uses una maceta de un diámetro de entre 30 y 40 centímetros, ya que como decimos, no suelen crecer mucho y con esa maceta será suficiente.
Si antes indicábamos que la época de abono debía ser en primavera, la de poda debe ser en otoño. Para ello tendrás que retirar las hojas que se hayan caído y aquellas que estén secas o marchitas. De igual forma, es aconsejable que también cortes las ramas más débiles para así facilitar el posterior crecimiento de la planta.
Otro punto importante en relación al cuidado de los geranios es el tema de la luminosidad. Para el correcto crecimiento de los geranios, es importante que reciba bastante luz durante el día, pero siempre evitando que estén expuestos directamente a la luz solar durante las horas de más calor. Cuando veas que va a subir la temperatura, es importante que la pongas un poco a la sombra y el resto del día se encuentre al sol. Esto hará que se optimice la floración de la planta.
Otro punto a tener en cuenta es el tema de las posibles enfermedades y plagas que pueden atacar a nuestra planta. En este aspecto destacamos tres puntos tanto de enfermedades como de plagas.
Plagas:
Mariposa africana: Suelen aparecer cuando más calor hace, y aunque no afectan directamente a la planta, suelen dejar sus huevos y de ellos salen orugas que pueden afectar a los tallos.
Mosca blanca: Estas moscas lo que dañan son las hojas, y las identificarás fácilmente porque son puntos blancos que destacan bastante.
Araña roja: El daño que causan las arañas rojas son pequeñas manchas amarillas, y es que se alimentan de la savia de la planta, por lo que originan que se vaya secando poco a poco.
Enfermedades:
Roya: Sin duda una de las peores enfermedades para los geranios. Se tratan de unas manchas que explotan pasadas dos semanas y que causan la muerte de la planta.
Manchas foliares: Cuando las hojas se van secando, suelen aparecer unas bolsas que se van extendiendo por las hojas buenas y que va secando la planta.
Pobredumbre: Se trata de un hongo que causa distintos tipos de manchas de colores a lo largo de la planta.
Para lo que te acabamos de comentar será necesario que te hagas con algunos fungicidas e insecticidas que acaban con las distintas plagas y enfermedades, y así solo tendrás que estar revisando de que tu planta se encuentra en perfecto estado.
Para estar al tanto de los diversos cuidados que requieren todos los tipos de plantas solo tienes que estar atento a nuestra web y así tendrás tus plantas en perfecto estado.