Los cuidados de las hortensias
Estas flores son uno de los elementos que acompañan los balcones de numerosas casas gracias a la vistosidad de sus variados colores. El nombre científico de la familia a la que pertenece esta planta es Hydrangea, siendo esta, una palabra griega de dos vocablos: hydra que quiere decir agua, y gea que significa florero o vaso de agua. Estos vocablos hacen referencia a la forma que tiene la flor, similar a una copa.
Esta planta ornamental tiene su origen en sur y este de Asia, siendo China, Corea y la India, los lugares que poseen más especies de hortensias. Esta planta tiene alrededor de 43 especies distintas, con diferentes colores y particularidades.
Las hortensias son flores que nacen en pequeños arbustos de unos 25 cm de largo, pudiendo sobrepasar los 1,5 metros de altura si se encuentra en el exterior. Los ramos son formados en los extremos de cada tallo de la hortensia, y aunque la flor parece ser pequeña, la fuerza de su color es muy llamativa. Sus tallos son cilíndricos y las hojas pueden ser opuestas, elípticas, acuminadas y dentadas, de un color verde brillante.
El color de las flores de las hortensias estará determinado por el suelo donde se desarrollen, puede haber flores de hortensias azules, hortensias blancas, o de color rosa, siendo el PH del suelo el responsable de la coloración de cada una de las plantas. Las flores individuales crecen alrededor de otras flores, que juntas dan su toque colorido característico. La forma de sus pétalos es simétrica.
El efecto de ramo que se aprecia en las flores de las hortensias se debe a un mecanismo de la planta, donde cada flor crece de una medida distinta del tallo, pero crece en una uniformidad, donde parecieran todas del mismo tamaño. Otra característica es que la flor es verde al principio de floración, para luego pasar al blanco, azul, o rosa al finalizar este período. El tiempo de floración de la hortensia es desde primavera al otoño.
Para evitar problemas y enfermedades, las hortensias deberán mantenerse en una maceta con buen drenaje, evitando los encharcamientos, para no favorecer el desarrollo de hongos u otras plagas que puedan afectar la flor.
El riego para las hortensias es fundamental, ya que necesitan de buena humedad y agua para su desarrollo y crecimiento, por ejemplo, durante la temporada de primavera e invierno es necesario que la hortensia sea regada con asiduidad, y pulverizando sus flores, tomando en cuenta que no debe excederse en el uso del agua, para evitar que los hongos y otras plagas puedan reproducirse.
La luz es otro elemento que necesita la hortensia para crecer y desarrollarse plenamente, deberá ser colocada en un lugar donde pueda absorber mucha luz, pero que no le den directamente los rayos solares para que no se queme. No le asientan bien las altas temperaturas, es recomendable que en días calurosos se le pulverice el agua y colocarla siempre en sitios frescos.
El suelo es uno de los principales elementos que deben cuidarse para que las flores de hortensia obtengan su color particular. Se ha determinado que el PH del suelo es fundamental para su coloración, siendo los que oscilan entre un PH de 4,5 a 5 los suelos donde se producirán hortensias azules. Por su parte, cuando el suelo tiene un PH de 6 a 6,5 las hortensias serán rosadas, y si el PH del suelo es superior a 8, obtendremos hortensias blancas.
Para conseguir las hortensias azules puede aplicársele al sustrato un sulfato de aluminio, lo que llevara al suelo a tener un PH apropiado para dar esta coloración a las hortensias. Sobre el abonado de la planta, cuando la hortensia este floreciendo, se deberá regar el agua con abono líquido cada diez días.
Una de las preguntas más frecuencias al cultivar y mantener su cuidado, es ¿cuándo podar las hortensias?, pues debe tomarse en cuenta, que el mejor período para hacerlo es después de la floración, cortándose las ramas a 30 o 40 cm del suelo, podándose las que hayan florecido. Esto es importante porque sirve igualmente para la reproducción de la hortensia.
Se deben retirar las malas hierbas, retirar partes muertas, cambiar el sustrato por uno rico en nutrientes, cada cierto tiempo, y dejar que las raíces se encuentren por encima de la tierra, para que puedan obtener los nutrientes necesarios, y florecer.
Dentro de las plagas habituales de esta planta, las hortensias sus vulnerables al ataque de los pulgones y las arañas rojas. Igualmente, pueden ser víctimas de algunos hongos, la sobre exposición solar, y la repuesta a la coloración amarilla de sus flores, puede encontrarse en una baja del hierro en su sustrato, por lo que deberá aplicársele a la planta algún producto rico en hierro.
Para erradicar los pulgones de las hortensias, lo más recomendable es eliminar las partes de la planta atacada por el pulgón, además de eliminar las malas hierbas para que no se resguarden allí. Otra opción es utilizar un insecticida sistémico, para que cuando el pulgón se alimente de la planta, éste consuma el veneno y pueda erradicarse. Las arañas rojas se atacan con mayor humedad, ya que muchas veces su proliferación se debe a ambientes secos.
Los hongos también pueden afectar la hortensia, y para eliminarlos se deberán utilizar fungicidas. De igual modo, la sobre exposición solar es uno de los principales problemas que puede sufrir la planta, por lo que es necesario pulverizarla con agua si ha aumentado mucho la temperatura, en época de floración no debe sobrepasar los 20°C.
Otro de los problemas que pueden generar que las hortensias tengan hojas amarillas es que el agua utilizada para su riego tenga un alto nivel de cal, lo cual resulta perjudicial para la planta.
Estas plantas son un cultivo hermoso que necesita varios cuidados, debido a su delicadeza y la afectación que recibe del medio ambiente, sin embargo, es uno de los mayores cultivos del mundo.