Las Crasas y sus cuidados
Al igual que los cactus, las plantas crasas son las que tienen la propiedad de almacenar agua entre sus tallos u hojas. En el caso específico de las crasas o suculentas, el agua es retenida específicamente en las hojas, así como sucede con el ágave o el aloe.
El nombre científico de esta planta es el de Suculentus, y viene del latín, que quiere decir “jugoso”. Las crasas o suculentas tienen alrededor de 8.000 especies distintas, y tienen su origen en el continente africano, el continente americano y algunas especies de la región tienen su origen en la península arábiga y Madagascar.
Los tipos más conocidos de crasas (que comprenden mayor número de ejemplares) son: Aizoaceae del sur de África, Cactaceae de América y la familia Crassulaceae. Aunque también son importantes las especies: Euphorbiaceae, Agavaceae, Apocynaceae y Asphodelaceae. Son llamadas crasas o suculentas, aunque este nombre puede incluir especies como el cactus.
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de conocer las plantas crasas es que tienen la posibilidad de guardar agua dentro de sus hojas. Estas plantas tienen un cuerpo carnoso, donde en numerosas ocasiones son hojas alargadas, carnosas. Algunas especies como la Aizoaceae poseen formaciones de cristal bajo su epidermis, al igual que las crasas y suculentas de la familia Agavoideae.
Las crasas de la familia Euphorbiaceae son de hierbas arrosetadas, árboles, arbustos o semi arbustos. Las hojas de este grupo de suculentas tienen una forma simple, algunas pueden ser palmeadas. Esta familia puede tener algunas formaciones florales con forma de copa.
Por lo general, las hojas de este tipo de plantas crasas son xerófilas, capaces de soportar altas temperaturas y fuertes períodos de sequía. El color de sus hojas por lo general es verde, aunque algunos especímenes pueden presentar coloraciones en sus hojas. Algunos pueden generar frutos y también flores.
Los tallos de las plantas crasas o suculentas, pueden variar según la especie, algunos son alargados como los Cereus, otros esféricos como Echinocactus o aplanados como en el caso de las Opuntias. Algunas plantas guardan el agua dentro de sus raíces, éste es el caso del género Peniocereus, que tienen raíces alargadas.
Para los cuidados de las plantas crasas lo primero que se debe tomar en cuenta es que el exceso de agua y humedad es altamente perjudicial y dañino para esta planta, ya que provoca que se pudran sus raíces, permitiendo que la suculenta, sea atacada por hongos y bacterias que pueden dañar el ejemplar. Por esta razón, es necesario que la planta cuente con buen drenaje y no excederse en el riego.
El riego deberá ser escaso a excepción de su época de crecimiento donde puede regarse con poco agua durante la semana. Durante los meses de invierno u otoño, el riego deberá ser muy esporádico para evitar cualquier complicación.
La luz que necesitan las plantas crasas o suculentas deberá ser abundante, sin embargo, no deben colocarse directamente al sol y mucho menos durante el verano, ya que esto puede quemar y dañar la planta. En caso de observar las hojas con un color rojo, es sinónimo de que la crasa ha tenido mucha exposición al sol, por el contrario si observas que está pálida la planta, deberá colocarse en un lugar más iluminado.
Sobre el sustrato que necesitan estas plantas crasas para crecer, lo más importante es que posea un buen drenaje. Esto puede lograrse si utilizamos como sustrato una mezcla de turba y arena, pudiendo incorporársele arenilla o gravilla volcánica. La fortaleza que tienen las crasas o suculentas al sobrevivir en condiciones difíciles, hacen que no les sea necesario un sustrato rico en minerales.
El abonado de las plantas crasas es muy importante, ya que el sustrato agota el consumo del abono pudiendo debilitar a la planta. Para comenzar a abonar la suculenta es recomendable hacerlo cuando la crasa comienza a crecer, principalmente durante la primavera haciéndolo una vez al mes, hasta el otoño, se recomienda utilizar el abono líquido junto al agua de riego más que el granulado.
El trasplantado de la planta crasa o suculenta, deberá realizarse una vez cada dos o tres años cuando se observa que no cabe en la maceta, lo mejor es realizar el trasplante durante la época primaveral, evitando bajo cualquier circunstancia el invierno, ya que hacer esto, será someter a la planta al ataque de hongos, bacterias y enfermedades de manera segura. Se debe evitar regar la planta al ser trasplantada, deberán esperarse algunos días antes de hacerlo.
Las plantas crasas y suculentas podrán estar a la intemperie a excepción de si existe el riesgo de heladas, cuando es temporada de invierno es recomendable colocarla dentro de alguna habitación.
La principal causa de problemas para las crasas o suculentas que se deben considerar en su cuidado, son el exceso de agua, los encharcamientos y el mal drenaje, así como el exceso de humedad, ya que éste, es el ambiente propicio para que se desarrollen los hongos y bacterias que afectan las crasas.
Las partes que más deben cuidarse dentro de los cuidados de las crasas son las raíces al trasplantar la planta, o cualquier deterioro que pueda tener, ya que cuando éstas se debilitan, es más fácil que las plantas enfermen. Otro de los problemas que se pueden presentar, es cualquier quiebre o rotura en las hojas o el cuerpo de la crasa. Cuando esto sucede, se debe aplicar un fungicida antibotritis.
Cuando la planta presenta zonas negras o podridas, puede deberse a un ataque de bacterias, en este caso, se deberán destruir las plantas que posean esta enfermedad, debido a que su alta contagiosidad y que son imposibles de curar, pueden poner en peligro las otras crasas o suculentas que se tengan.
Una opción para cuando sucedan estos problemas con las plagas o enfermedades es observar si pueden salvarse partes de la planta útiles para un trasplante, o para un nuevo cultivo, como retoños, partes del tronco, etc.