La Azalea y sus cuidados
La intensidad del color de la Azalea le hace una de las plantas más utilizadas en jardinería. Podemos decir que es una planta tanto de interior como de exterior, lo que la hace una de las plantas más requeridas en las floristerías.
Son plantas que evolucionaron en regiones boscosas de alta montaña, teniendo su origen en el continente asiático, en países como: Nepal, China, Japón, Corea del Norte y Vietnam, en superficies superiores a los 4.000 metros sobre el nivel del mar, muy cerca de los cursos de agua.
Su nombre científico es Azalea Rhododredon Simsii, pero también se le conoce como azalea japónica, azalea indica o azalea mollis, siendo también estos nombres ejemplares de algunas especies. A pesar de que existe un número elevado de distintas especies (cerca de mil en estado silvestre), son dos las que más se cultivan como plantas ornamentales, la Rhododredon Simsii y la Rhododredon japonicum. Además de esto, el ser humano ha creado aproximadamente 10.000 variaciones híbridas de esta planta.
Las azaleas se caracterizan por ser plantas arbustivas, si son cultivadas para ser plantas de interior pueden medir dentro de una maceta unos 50 cm, sin embargo, si las plantas son silvestres o cultivadas en el exterior la altura podría ser de 2 metros aproximadamente. Sin embargo, existen especies más pequeñas que pueden rondar los 10 a 20 cm, y la especie Rhododredon arboreum puede medir unos 30 metros de alto.
Las características visuales de la azalea pueden variar según su tipo, algunas azaleas pueden presentar hojas pequeñas, mientras que otras hojas pueden llegar a medir el metro de largo. En algunas especies de azalea, las hojas pueden presentar vellosidad o incluso escamas. Con respecto a sus flores, puede ser de varios racimos de éstas, los cuales crecen al extremo de sus ramas, es decir una flor por tallo, no obstante, como las ramificaciones de las azaleas son muy grandes, estas flores se confunden con racimos.
Esta planta de azalea ha sido cultivada durante miles de años, determinándose que crecen mejor en un ambiente de alta humedad, evitando la sequedad a su alrededor. Para lograr la humedad necesaria se puede pulverizar con agua templada, pero evitando que ésta caiga directamente en las flores, ya que si esto ocurre, pueden durar menos tiempo. Otra manera de obtener la humedad necesaria es colocar la maceta sobre guijarros mojados o un cuenco grande.
El riego para cuidar de la azalea es fundamental, en realidad, este es uno de los aspectos más importantes para el cuidado de la planta, si se encuentra en el interior y además si está en período de floración, la azalea necesitará mucha agua. En este sentido, es recomendable que la planta sea regada a diario mientras está en floración, y en días calurosos hay quienes la riegan dos veces al día.
Otra opción sería colocar la maceta sobre un plato con agua que deberá cambiarse dos veces a la semana. Durante la época de invierno, el regado será menor pero debe tener abundante agua, una de las cosas a tener en cuenta, es que las aguas alcalinas o con alto contenido de cal le harán mucho daño, lo mejor es guardar el agua de la lluvia y utilizarla para el riego.
El abono de la planta azalea deberá hacerse cada 15 días durante la época de floración, recomendando utilizar un fertilizante para plantas acidófilas o para plantas con flores de interior. Un buen uso sería colocar al sustrato los pozos de café, ya que ayudan al suelo ácido.
El sustrato de la azalea deberá tener un excelente drenaje, debido a que la planta al necesitar abundante agua, los encharcamientos pueden ser bastante perjudiciales. Otra recomendación, es que el suelo deberá tener materia orgánica y ser de PH ácido, en niveles de 4 a 6, para facilitar su desarrollo y crecimiento.
Acerca de la poda de la azalea es recomendable que se haga al terminar la floración, evitando bajo cualquier circunstancia hacerlo en invierno. Este proceso consiste en cortar los ramos ya florecidos anualmente, dejando solo 2 o 3 yemas auxiliares, ya que de estas yemas surgirán nuevos brotes de la planta.
El trasplante de la planta de azalea deberá esperarse que pase la floración, utilizando una maceta de mayor tamaño con sustrato ácido, ubicándola al exterior en la sombra. La azalea deberá quedarse al exterior hasta que se vean los capullos, que por lo general, empiezan a salir en otoño, solo en este momento es que deberá colocarse nuevamente al interior. De esta forma, regándola de manera constante en una habitación fresca, la azalea podrá vivir varios años.
Las principales plagas que afectan a las azaleas, son la araña roja, mosca blanca y los trips, estos insectos pueden eliminarse utilizando insecticidas y cambiando las condiciones de la planta, en el caso de la araña roja y la mosca blanca, es posible que el ambiente seco las haya hecho habitar allí.
Por otra parte, los hongos son una causa importante de daño en las plantas se deberán utilizar fungicidas, y lo más importante, evitar que las flores reciban agua directamente, ya que esto las puede enfermar y para erradicarla es necesario cortar las partes afectadas. Esto produce que las hojas se marchiten y pudran.
Las hojas amarillas son sinónimo de riego con agua calcárea, deberá evitarse el agua del grifo y utilizar agua de lluvia. Si las hojas se observan secas y se caen, es debido a que la azalea está en un ambiente seco, se deberá colocar en un lugar más fresco y aumentar el riego con pulverizaciones. Otro de los problemas que enfrenta la planta de azalea, puede ser que sus flores no se abran, cuando esto sucede debemos bajar la intensidad del riego, ya que esta es la principal causa de que esto suceda.
Un problema más de la azalea pueden ser los chinches en sus hojas, los cuales se adhieren cuando la planta está en condiciones muy cálidas, y la polinilla minadora, que puede realizar galerías entre las epidermis de la hoja, causando enfermedades. Para erradicar este problema se deberán cortar las hojas dañadas y aplicar tratamiento cada 10 a 15 días.