Como cuidar los crisantemos
La planta de crisantemo es originaria de China donde desde hace más de dos mil años ha sido utilizada como planta ornamental, sin embargo, cuando este cultivo llegó al Japón, la planta adquirió matices religiosos.
Su nombre científico es Chrysanthemun morifolium o Dendanthema morifolium. Esta planta tiene alrededor de 30 especies diferentes todas perennes, de la familia Asteraceae.
El nombre de la planta Chrysantemun proviene del griego dividiendo los vocablos “Crhys” (krysous) que significa dorado y “anthemon” que quiere decir flor. Como ya se dijo, el origen de la planta es chino, pero fue introducido en Europa en el último tercio del siglo XVIII, llegando primeramente a Francia.
La flor del crisantemo puede tener varios colores, por ejemplo, el crisantemo blanco es muy conocido, pero puede haber crisantemos amarillos, color melocotón, una amplia gama de rosa y lila, caoba oscuro. Estas plantas en estado silvestre pueden alcanzar hasta 1.5 metros de alto, pero en maceta pueden tener unos 45 a 61 cm de largo, siendo ésta una buena medida para estas plantas.
Las hojas del crisantemo pueden tener una forma lobulada o dentadas, aunque algunas son rugosas. Por lo general, las hojas se encuentran recubiertas por un polvillo blanco que le confiere un aspecto grisáceo. Otra de las características de las flores del crisantemo, es que pueden producir un aroma leve.
Para cuidar los crisantemos de manera eficiente se deberán tomar ciertas precauciones en cuanto a la temperatura, humedad, riego, abono y luminosidad, tomando en cuenta, que al ser una planta que puede crecer hasta 1,5 metros, es necesario incluir entre los cuidados, mantener su baja estatura.
Cada variedad de crisantemo puede tener una temperatura ideal diferente, sin embargo, si la planta es mantenida entre unas temperaturas de 18 a 25°C, el crisantemo crecerá y se desarrollará en buenas condiciones. Los cambios bruscos de temperatura le asientan mal al crisantemo, ya que producen malformaciones en su floración, por otro lado, las altas temperaturas hacen que la planta adquiera un color pálido y las bajas pueden producir manchas rosadas.
La humedad para el cultivo del crisantemo también es muy importante, ya que la planta necesita de ella para desarrollarse, crecer y florear, por este motivo, mantener la humedad entre 60 a 70% será lo más recomendable, evitando humedades mayores a este rango, y que la maceta tenga encharcamientos, ya que esto puede traer el desarrollo de bacterias, hongos y enfermedades.
La humedad del suelo puede mantenerse si éste es acolchado con paja, abono orgánico viejo, turba o compost de jardín, además de esto, debe tener un buen drenaje y deberá estar enriquecido con materia orgánica antes de que los crisantemos sean plantados. Con respecto al abonado de la planta, los crisantemos necesitan consumir muchos nutrientes, pero si se aplican muchos fertilizantes, la planta crecerá mucho haciendo que su cabeza sea muy pesada, haciendo que el tallo no la pueda sujetar.
Debido a esto, el abonado deberá realizarse no más de tres veces al año, utilizando en la época de floración, abono líquido cada 15 días. El riego de la planta deberá ser constante, manteniendo la tierra en constante humedad, sin embargo, hay que evitar encharcamientos para que no se pudran las raíces, y cuando se vaya a pulverizar con agua, deberá evitarse en todo momento, que el agua caiga sobre los capullos de las flores.
Otra de las recomendaciones es que la planta de crisantemo necesita de mucha luz para florecer, sin embargo, debe evitar colocarse en un sitio que le peguen directamente los rayos del sol, pues esto podría provocar, que las hojas y las flores se quemen.
La poda de los crisantemos es otro elemento de importancia, ya que si no se hace correctamente, la yema central de la planta no se desarrollara de manera natural. Para la poda, se deberán eliminar todos los brotes laterales a la yema central, al menos uno o dos diarios, cortar las flores que están secas y al terminar la floración, cortar la planta desde la parte de abajo. Al realizar la poda se pueden seleccionar algunos esquejes para reproducir la planta, a finales de primavera.
Las principales plagas que afectan al crisantemo son las arañas rojas, nematodos del suelo y la mosca blanca del crisantemo, los cuales pueden ser erradicados con productos químicos, y el cambio del ambiente de la planta. Además de esto, los hongos pueden provocar la podredumbre de la raíz o el tallo, debido a la excesiva humedad del suelo.
Cuando los hongos deterioren la planta, se pueden aplicar fungicidas para erradicarlos, además de cambiar las condiciones húmedas excesivas del crisantemo, igualmente, se deben eliminar las malas hierbas, desinfectar el sustrato, así como las herramientas de poda. Con estas medidas preventivas, pueden evitarse estos problemas con los hongos.
Una de las preguntas frecuentes sobre los problemas del crisantemo es cuando las flores no se abren, esto puede pasar cuando la planta no adquiere suficiente luz, por lo que será necesario, cambiar el sitio donde se encuentra la planta y llevarla a un lugar donde reciba más sol.
Si al observar la planta logras observar que las hojas y el tallo presentan manchas rojas, lo más probable es que se trate de la roya, en este caso, pueden utilizarse productos que contengan zineb. Si en lugar de esto, se observan manchas de marrón claro en las flores, es posible que sea obra del hongo botritis, por lo que en este caso se deberá tratar la planta con fungicida que contenga benomilo.
Otro de los problemas que pueden presentar las plantas de crisantemo puede ser que las hojas y tallos de la planta tengan un polvillo blanco que produce decoloración y malformación de las hojas, es posible que se trate del hongo oidio, el cual podrá erradicarse si se pulveriza la planta con fungicida, evitando siempre que el líquido toque las flores.
